martes, 11 de junio de 2019

MALOS CONSIGO MISMOS

“El malo de la película”, siempre se identifica cuando se aproxima el final. El papel del “villano” lo interpretan los mejores actores y actrices. Ciertamente, se necesita talento para fingir estar alegre, esconder la verdad y ver sufrir a otros sin sentir pena. Imagínate, son pocos los que logran percatarse de lo que trama el sinvergüenza, antes de los hechos. ¡Así es en la vida real! Las personas que les hacen daño a otras, cargan un corazón funesto y purulento. Ellos solo provocan desgracias y se van consumiendo así mismos. Y  aunque con su estilo de vida aparentan tener felicidad, son infelices. La vida les cobra todo el mal que han hecho, cuando tropiezan con su propia trampa y quedan expuestos frente a sus víctimas. Son malos consigo mismo, porque su comportamiento no les permite recibir amor, tampoco ningún tipo de ayuda. Para éstos, las puertas del éxito están cerradas. 

Solo el dinero y cualquier acción que se considere una violación de ley, las puede abrir. De la “gente mala”, solo se aprende lo triste que es su final, como consecuencias de todo el detrimento pulverizado. Lamentablemente son parte de nuestro entorno y lidiamos diariamente con la mala conducta de este tipo de personas. En la actualidad, utilizan una falsa identidad a través de las redes sociales, para desahogar toda su frustración y coraje manchando tú imagen o la de tú empresa. A éstos "malvados", el mundo los identifica como "Hater". Éstos “malvados” siempre encontrarán una razón para perseguir a las personas emprendedoras, inteligentes y que brillan con luz propia. Precisamente, es esa luz la que les impide alcanzarte y los mantiene ocupados tratando de competir contigo. Su única intención es detenerte. Aquellos que se comportan como perdedores, jamás serán el blanco de las miradas de los "malvados". Leer más

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